Todos los días son una nueva oportunidad para empezar.

Un día desperté y decidí escribir una historia maravillosa. No una historia cualquiera, sino una que trascendiera, que tuviera alma, propósito y significado. Me prometí contarme a mí misma una narrativa diferente, una que me inspirara a diario y que, con el tiempo, pudiera inspirar a muchos más.

Para escribirla, volví a mis orígenes, a mi infancia, cuando aún no comprendía el verdadero valor de las cosas, pero me fascinaba ver a mi mamá vestirse. Ella es una mujer clásica, de buen gusto, inspiradora, que me enseñó que no se trata de cantidad, sino de calidad. Y esta lección no solo aplicaba a la moda, sino a cada aspecto de la vida.

Desde pequeña fui observadora, apasionada por la historia, el arte, la moda y el diseño en todas sus formas. Pronto descubrí que cada ser humano posee talentos innatos, dones divinos que nos han sido concedidos para bendecir a otros. Comprendí que, junto con Dios, somos co-creadores de belleza, capaces de dar vida a obras maestras con lo que la naturaleza y nuestra creatividad nos ofrecen.

Así nació Avinnato. No es solo una marca; es una extensión de mi amor por los procesos creativos y el talento humano.

Es un espacio sin límites, sin fronteras, donde los corazones se encuentran, donde la moda se convierte en arte y el arte en historia. Es un recordatorio de que lo que vestimos, lo que coleccionamos y los lugares a los que viajamos deben tener un significado más allá de lo superficial.

 

En Avinnato, cada pieza cuenta una historia, cada objeto tiene alma, y cada tesoro que descubres lleva consigo el legado de quienes lo crearon. Porque la verdadera belleza es atemporal, y lo que es auténtico nunca deja de brillar.

Bienvenidos a este viaje.

Con amor,

Valentina

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